Chomsky a lo largo del documental explica al espectador lo que ha venido en denominar, «Los diez principios de la concentración del Bienestar y Poder». De esta manera veremos los motivos de esta brecha social que se traduce en una, cada día mayor, desigualdad entre clases pudientes y las trabajadoras. Chomsky sustentará su argumentación sobre pensadores como el filósofo Aristóteles, el economista Adam Smith o James Madison, creando un discurso contundente, un pensamiento lúcido en la que ciertas cosas son de sobra conocidas, porque una vez más, no hay nada nuevo bajo el sol. Poco a poco asistiremos al declive del concepto de sociedad democrática. Llegando a reducir el concepto hasta que parezca que pierde totalmente el sentido. Chomsky a lo largo del documental explica al espectador lo que ha venido en denominar, «Los diez principios de la concentración del Bienestar y Poder». De esta manera veremos los motivos de esta brecha social que se traduce en una, cada día mayor, desigualdad entre clases pudientes y las trabajadoras. Chomsky sustentará su argumentación sobre pensadores como el filósofo Aristóteles, el economista Adam Smith o James Madison, creando un discurso contundente, un pensamiento lúcido en la que ciertas cosas son de sobra conocidas, porque una vez más, no hay nada nuevo bajo el sol. Poco a poco asistiremos al declive del concepto de sociedad democrática. Llegando a reducir el concepto hasta que parezca que pierde totalmente el sentido. El potencial espectador puede comprobar que el tono de este fenomenal e interesantísimo documental está en las antípodas de la propuesta de Michael Moore;a pesar de que ambos poseen el mismo mensaje: el sueño americano ha muerto. La excelencia del filme radica en el pensamiento de Chomsky, la increíble labor del montador Alan Canant, para dar al discurso una coherencia brutal, y los minimalistas e hipnóticos acordes de la banda sonora creados por Malcolm Francis, que os atraparán por completo. Lo malo es que de momento este filme no poseerá distribución comercial en nuestro país. Como vivimos en una aldea global, los problemas que vemos en pantalla los reconoceremos en nuestro país, en nuestra vida cotidiana. De esta forma el mensaje de Chomsky cobra aún más importancia si cabe, porque recuerda al famoso “El informe Petras” publicado por la desaparecida revista Ajoblanco. Todo apunta a que este excelente documental engrosará la penosa lista de películas malditas.
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Chomsky a lo largo del documental explica al espectador lo que ha venido en denominar, «Los diez principios de la concentración del Bienestar y Poder». De esta manera veremos los motivos de esta brecha social que se traduce en una, cada día mayor, desigualdad entre clases pudientes y las trabajadoras. Chomsky sustentará su argumentación sobre pensadores como el filósofo Aristóteles, el economista Adam Smith o James Madison, creando un discurso contundente, un pensamiento lúcido en la que ciertas cosas son de sobra conocidas, porque una vez más, no hay nada nuevo bajo el sol. Poco a poco asistiremos al declive del concepto de sociedad democrática. Llegando a reducir el concepto hasta que parezca que pierde totalmente el sentido.
Chomsky a lo largo del documental explica al espectador lo que ha venido en denominar, «Los diez principios de la concentración del Bienestar y Poder». De esta manera veremos los motivos de esta brecha social que se traduce en una, cada día mayor, desigualdad entre clases pudientes y las trabajadoras. Chomsky sustentará su argumentación sobre pensadores como el filósofo Aristóteles, el economista Adam Smith o James Madison, creando un discurso contundente, un pensamiento lúcido en la que ciertas cosas son de sobra conocidas, porque una vez más, no hay nada nuevo bajo el sol. Poco a poco asistiremos al declive del concepto de sociedad democrática. Llegando a reducir el concepto hasta que parezca que pierde totalmente el sentido.
El potencial espectador puede comprobar que el tono de este fenomenal e interesantísimo documental está en las antípodas de la propuesta de Michael Moore;a pesar de que ambos poseen el mismo mensaje: el sueño americano ha muerto. La excelencia del filme radica en el pensamiento de Chomsky, la increíble labor del montador Alan Canant, para dar al discurso una coherencia brutal, y los minimalistas e hipnóticos acordes de la banda sonora creados por Malcolm Francis, que os atraparán por completo. Lo malo es que de momento este filme no poseerá distribución comercial en nuestro país. Como vivimos en una aldea global, los problemas que vemos en pantalla los reconoceremos en nuestro país, en nuestra vida cotidiana. De esta forma el mensaje de Chomsky cobra aún más importancia si cabe, porque recuerda al famoso “El informe Petras” publicado por la desaparecida revista Ajoblanco. Todo apunta a que este excelente documental engrosará la penosa lista de películas malditas.
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